Estamos acostumbrados a hacer uso de los 5 sentidos que tenemos en el plano físico, sin ser conscientes de ello.
En nuestro día a día los empleamos como algo normal, y ni siquiera nos detenemos a disfrutar de la Magia de lo que percibimos a través de ellos.
En entornos urbanos, masificados y ruidosos, tendemos a desensibilizarnos ante las vistas, olores o sonidos de nuestro entorno cotidiano. Pasar por alto esta sensibilidad supone no ser conscientes de la energía que nos rodea. Esta energía, puede proporcionarnos mucha información, la cual en la mayoría de ocasiones pasa desapercibida.
La manera de agudizar nuestros sentidos y disfrutar de su Magia, es siendo conscientes. Para ello, acostumbrémonos a hacer el siguiente ejercicio:
1) Sentarnos a observar y examinar lo que tenemos ante nuestros ojos. Los colores, formas, luces...
2) Cerrar los ojos y escuchar los sonidos que percibamos e intentar identificarlos uno a uno.
3) Cuando vayamos a comer algo, saborearlo detenidamente como si fuese la primera vez que lo probamos.
4) Cuando paseemos por la playa o por el campo, tocar la arena, el agua y las flores acariciando, y disfrutando de la información sensorial que nos transmiten.
5) Inspira profundamente e intenta detectar los olores de tu casa, y los que haya al aire libre.
La información que somos capaces de percibir a través de los 5 sentidos es muy valiosa, y además, complementaria con la que nos llega a través del sexto sentido, en el plano espiritual. Ambas, nos ayudan en la expansión de nuestra consciencia.
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