Tenemos todos los ingredientes necesarios para curar, para sanar. Y los podemos encontrar en la propia naturaleza ya sea en forma de plantas, cristales, luz, agua...
Pero la forma de emplearlos depende de nuestra sabiduría ancestral y de nuestro poder interior, nuestra energía.
Cuando conectas con tu esencia sabia, tus guías y tus antepasadas femeninas, te conviertes en una poderosa sanadora.
Así que dedica cada día un tiempo para conectar con este poder sanador, sigue tu intuición, y practica haciendo tus propias mezclas de plantas (siempre con conocimiento), aplicando cristales en tu cuerpo, cargándote con la luz del sol, o purificándote con el elemento agua.
Y recuerda que el ingrediente más importante, es la confianza en ti misma.
¡Eres una Sanadora!
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