ALMAS SANADORAS

 

Un Alma Sanadora, es un alma que debido a la experiencia adquirida en el trayecto de sus vidas, se ha especializado en ayudar y asistir a otras almas a través de las energías de sanación.

Debido a que estamos en un cuerpo físico, nos hemos olvidado de quienes somos, pero a lo largo de nuestra experiencia en el plano físico nos van a ir ocurriendo cosas que van a recordarnos nuestra esencia.

Cuando un alma es sanadora, no puede evitar estar en continua predisposición para ayudar, y siempre encontrará la forma de hacerlo, ya sea como oyente, preparando remedios naturales, trabajando con piedras, cristales y minerales, como consejero o guía espiritual o angelical…

Las almas sanadoras tienen la habilidad de la empatía energética, por lo que pueden sentir la alegría, tristeza, nerviosismo o cansancio de las personas que las rodean; esto puede llegar a provocar malestar físico en las personas con un alma sanadora, ya que este intercambio de información energética ensucia su energía vital. Esto se restaura normalmente con el sueño, o cuando la mente está en calma, ya que es en esos estados cuando pueden autosanarse.

La forma en la que sanan es mediante la intuición, que les sirve de guía, con su poder interior y con su conexión con su Yo superior.

Características físicas de un alma sanadora:

1. Tener una gran empatía e incluso sentir las emociones de quienes te rodean a nivel físico.
2. Las personas que interactúan contigo te comentan que se sienten en paz y relajados cuando están contigo.
3. Tienes un fuerte deseo de ayudar a otros.
4. Entras en un lugar y percibes de inmediato la energía que hay.
5. Sientes una conexión especial con los animales.
6. Personas que no te conocen de nada, te cuentan su vida sin que tú preguntes.
7. Necesitas continuamente contacto con la naturaleza.
8. Cuando pasas tiempo en lugares públicos y rodeado de gente notas que tienes dificultades para respirar y molestias en el estómago.
9. Tienes una gran habilidad para resolver situaciones complicadas.
10. Muchas veces sientes pinchazos, picazón o ardor en las palmas de las manos.

 Si eres un alma sanadora debes fomentar este don porque si no lo haces, cada vez se irá mermando más hasta que desaparezca y lo olvides. Desarróllalo y verás cómo se amplifica el camino hacia una mayor consciencia.