La turquesa , sagrada, protectora y curativa, ha sido venerada desde tiempos ancestrales. Ha sido una gema muy amada por las culturas indígenas.
Los nativos americanos adoran la turquesa porque para ellos representa la conciencia de la Tierra que une el cielo y la tierra.
Llevar esta piedra te mantiene firme en tu compromiso de caminar por el planeta sin perjudicarlo y vivir consciente y respetuoso con la naturaleza y sus ciclos.
La turquesa es la piedra de la sabiduría, crea una armadura protectora a tu alrededor que te protege y fortalece mientras caminas hacia la verdad y la integridad.
Es un talismán protector que cambia su color para avisar a quien lo porte de algún peligro o enfermedad.
Es una gran sanadora que aporta bienestar al cuerpo y al espíritu. Fomenta la sintonía espiritual y potencia la comunicación entre los mundos físico y espiritual.
La turquesa es una piedra de purificación. Explora las vidas pasadas y te muestra que la creación de tu propio destino es un proceso continuo y que depende de lo que hagas en cada momento.
*Piedra sin pulir
*Piedra pulida
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