Existen 7 edades que abarcan desde el nacimiento hasta que el Alma nos abandona para comenzar un nuevo ciclo:
- Alma recién nacida: se caracteriza por ser bruta y grosera, muestra falta de experiencia y se dedica a luchar para sobrevivir en el plano físico. No muestra empatía alguna, y es de mente cerrada y muy supersticiosa.
- Niñez del Alma: un poco más avanzada, pasa por una serie de aprendizajes y una evolución. Necesita rutinas para sentirse segura y cómoda. Busca protección de las Almas más avanzadas.
- Juventud del Alma: está preparada para ser independiente, mostrando ciertas habilidades para conseguir lo que desea en la vida. Busca ser conocida públicamente, le gusta el poder y el prestigio. Sólo le interesa la belleza y la estética, siendo muy superficial.
- Alma madura: ha logrado sobrevivir en el mundo fisico, y aún habiendo logrado reconocimiento, se siente vacía e insastifecha. Aquí comienza la búsqueda del Ser, de la verdad, dando lugar a un interés por las relaciones, más que por el poder. Es una etapa difícil, es la introducción a la apertura espiritual.
- Alma vieja: es la última etapa en el plano físico. Tiene que terminar de madurar las relaciones con las personas y los sentimientos y emociones. Se siente parte de un todo, del Universo. Su meta es conseguir la satisfacción interna, pero tiende a tener problemas con la autoestima.
- Alma trascendental: ha cumplido con las lecciones del plano físico, y entra en la entidad astral. Se ve como parte de la humanidad, en lugar de considerar su propio avance o trayectoria personal. Empieza a iluminar su parte inconsciente.
- Alma infinita: es consciente de sí misma, conoce su propósito y sus habilidades sobrehumanas. Su objetivo es enseñar y ayudar al planeta en su evolución álmica.
Esta clasificación te ayudará a comprender el comportamiento de ciertas personas.
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