El cuarzo ahumado es una de las herramientas más poderosas
para la transmutación de energía. Posee una energía purificante. Saca
rápidamente de tu aura las energías negativas y las introduce profundamente en
la tierra para conectarlas con ella y transmutarlas.
Es un compañero de meditación ideal que te ayuda a encontrar
lo que buscas, ya que estabiliza a la vez que expande tu conciencia. Apoya todos los buenos impulsos de la persona
para su superación espiritual y material. No es recomendable para aquellos que
dudan de todas las cosas.
Entre sus usos más comunes, destaca el de colocar uno en la
base de la columna, entre los muslos o en el hueso sacro, o en cada planta del
pie.
Ayuda a eliminar el estrés, aportando relajación y calma.
Actúa como una especie de sedante.
Su capacidad energética es ideal para la curación. Purifica
y estabiliza en casos de depresión, miedo, pánico, insomnio y fatiga.
Refuerza el sistema nervioso y disminuye los dolores
contracturales, por lo que es muy beneficioso para los dolores de espalda. En casos extremos, es necesario sujetar dos
trozos de cuarzo y aplicarlos en la zona afectada. Excelente para afecciones
del estómago, colon y recto.
En general, usando regularmente este cristal se adquiere
protección, curación, psiquismo y poder. Se recomienda llevarlo encima un largo
periodo de tiempo.
Cuidado de no exponerlo al sol, porque tiende a perder su
brillo con la luz.
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