El mundo exterior, nos tiene ensimismados con su ritmo,
entretenimientos e incluso sus ruidos. Y sin darnos cuenta, deambulamos como
zombies sin recordar siquiera qué hicimos en un determinado lapso de tiempo.
Y así transcurren los días, sin tener plena consciencia de
qué nos rodea, o qué hemos hecho.
Te propongo el siguiente ejercicio de meditación, para
despertar poco a poco tu estado de consciencia:
Si no tienes una correcta percepción del tiempo, te aconsejo
que pongas una alarma si quieres establecer una duración determinada, ya sean
10, 15 o 20 minutos.Siéntate sin cruzar los brazos ni las piernas, completamente
sereno. Si te apetece, pon música relajante y cierra los ojos.
Imagina formas geométricas; empieza por un círculo, cuando
lo tengas bien definido, ponle un color. Luego pasa a otra forma, un cuadrado y
ponle otro color. Y así sucesivamente, hasta que creas conveniente. Entonces, abre los ojos y fíjate en un solo
objeto de la habitación en la que te encuentres. Observa su forma, su color,
dimensión, sombras y luces. No dejes de observarlo. Cuando suene la alarma
habrás terminado la meditación; y podrás reanudarla al día siguiente, y al otro
y al otro. Y así, hasta que sientas que tu manera de percibir las cosas es
diferente.
Serás capaz de ver, oler y escuchar cosas de las que antes
no eras consciente. En definitiva, tus sentidos se afinarán.
Llevo practicando este ejercicio desde hace años, y he
obtenido grandes resultados.
¿ No me
crees? No lo hagas, compruébalo por ti
mismo.
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